Hemos escrito muchos artículos sobre la lactancia materna, pero sabemos que hay razones por las que los padres optan por la fórmula. Puede que este sea tu caso y que el simple hecho de revisar las interminables opciones de fórmula te causen estrés. Para ayudar a disminuir las complicaciones, analizamos cada opción para ti.
Tipos de fórmula
A base de leche de vaca
La mayoría de la fórmula que se vende en los Estados Unidos está hecha con leche de vaca que ha sido modificada para que sea similar a la leche materna: fácil de digerir y con todos los elementos nutricionales para un crecimiento óptimo. A la mayoría de los bebés alimentados con fórmula de este tipo les va bien.
A base de soya
En la fórmula a base de soya, la proteína proviene de los granos de soya y el azúcar proviene del maíz o la sacarosa en lugar de la lactosa. Esta es una opción para las familias que desean evitar los productos animales en su dieta o para los bebés que tienen problemas para digerir la lactosa (la intolerancia a la lactosa en los bebés es rara, pero si es un problema también hay fórmulas de leche de vaca sin lactosa disponibles en el mercado). Ten en cuenta que si un bebé es alérgico a la leche de vaca, es probable que también sea alérgico a la soya. La Academia Americana de Pediatría establece que para los bebés nacidos a término, hay pocas circunstancias en las que se debería elegir la fórmula de soya en lugar de la fórmula de leche de vaca.
Hidrolizada
En esta fórmula «hipoalergénica», las proteínas se descomponen para que sean más fáciles de digerir. Son una opción para los bebés con alergias a los alimentos o con antecedentes familiares de este tipo.
Especializada
Hay disponibles fórmulas especializadas para bebés que nacen prematuramente o que tienen ciertos problemas de salud. Si el médico de tu bebé recomienda una fórmula especializada, ten en cuenta que las pautas para prepararla y dársela a tu bebé pueden ser diferentes a las de otros tipos de fórmula.
¿Qué tal una fórmula genérica?
La FDA solicita que todas las fórmulas vendidas en Estados Unidos cumplan con los mismos estándares nutricionales.
¿Y una fórmula orgánica?
La compra o no de fórmulas orgánicas es un debate cada vez más vigente y uno que la investigación no ha resuelto. Puedes leer lo que la AAP dice sobre la elección de alimentos orgánicos aquí.
¿Qué hay de la fórmula fortificada o mejorada?
Al examinar diferentes tipos de fórmulas, es posible que veas estos «extras» y te preguntes si son importantes. Esto es lo que los expertos, incluyendo la AAP y la Asociación Americana de Médicos de Familia, tienen que decir:
Hierro
Sí, el hierro es esencial para la salud, crecimiento y desarrollo de tu bebé.
Ácidos grasos omega
No, no existe ninguna investigación que demuestre los beneficios de añadir ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido araquidónico (AA) a la fórmula infantil.
Prebióticos o probióticos
Tal vez, pues algunas primeras investigaciones muestran que pueden promover el crecimiento saludable de las bacterias en los intestinos. Sin embargo, se necesita más investigación para establecer sus beneficios a largo plazo.
Tipos de Fórmula
En polvo
La fórmula en polvo se combina con agua potable segura y se agita para prepararla correctamente. Puedes mezclar un lote grande con anticipación para ser usado dentro de las 24 horas siguientes, o puedes prepararla para cada uso. Esta es la opción más común y asequible.
Concentrado líquido
Esta opción es más costosa, pero puede ser menos engorrosa que usar fórmulas en polvo. También se mezcla con agua potable segura y se agita para combinar. Puedes mezclar un lote grande con anticipación para ser usado dentro de 24 horas o puedes mezclar para cada uso.
Lista para usar
Esta opción viene premezclada. Es más cara porque es cómoda, pero ten cuidado, pues puede ser inconveniente llevar varias botellas si estás fuera de casa o de viaje. En estos casos, las fórmulas en polvo o concentradas líquidas pesan menos y ocupan menos espacio en tu pañalera.
Aunque recomendamos tener ciertos artículos listos antes de que llegue el bebé, no te preocupes por abastecerte de fórmula. Existe una pequeña posibilidad de que tu bebé necesite cambiar de tipo, en cuyo caso no querrás recipientes adicionales de fórmula que no puedas usar.
Ahora que ya sabes todo acerca de las diferentes fórmulas, es hora de leer acerca de cómo almacenarlas, mezclarlas y servirlas de manera segura.